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viernes, 19 de octubre de 2012

Diana Sternbach entrevista a Ruthy Alon




Esta entrevista fue hecha en Junio de 2007, durante la primera“didáctica” que diera Ruthy Alon, en New Hampshire, Estados Unidos. Nos acompañaba Gretchen Lagner. 
Estábamos allí: tres personas, tres nacionalidades, tres idiomas; unidas por una pasión: Bones For Life®, el método creado por Ruthy que tradujimos al castellano como “Huesos para la vida”,
Quería profundizar en el entendimiento de cómo llego a sus  increíblemente ingeniosas ideas. Las tres estábamos sentadas sobre una enorme cama en la habitación de un pequeño y acogedor Inn. La habitación estaba decorada en un estilo romántico rococó que pegaba perfectamente con Ruthy y que nos ayudo a crear una increíble atmósfera de distensión, a la vez respetuosa y graciosa. 

Diana: Mis preguntas no van a versar sobre el método, sino sobre ti. Por ejemplo, ¿Dónde naciste?
Ruthy: Resulta que de todos los lugares del mundo, nací en Colombia. La razón fue que mis padres se casaron en Israel, y luego decidieron ir a Sud América. Tenía un tío que ya estaba allí buscando su fortuna en la vida, y mis padres también decidieron ir. Mi padre, que era maestro, creó una escuela hebrea en  Bogotá, por eso nací en Colombia. Fue probablemente un hecho fantástico, ya que cuando fui de visita años más tarde, reviví esa suavidad y las sonrisas, el trabajo artesanal y muchas otras cosas que siento que no hubiese recibido si hubiera nacido en Israel. Mi madre me contó que tenía una institutriz. Mi madre era partera, trabajaba mucho. A la niñera le encantaba jugar conmigo a hacer pruebas gimnásticas.  ¿A qué le gustaba jugar? Me tomaba de los pies, colgando por los aires y yo me arqueaba y elevaba. Creo que el movimiento de arqueo para atrás es innato en mí…y con ello mi sensibilidad en la parte baja de la columna, igual que los premios, y aplausos que recibía por las acrobacias extenuantes. (Hubo un momento de muchas risas y alegría recordando la escena.) Tenía tres años cuando mis padres retornaron a Israel y allí crecí y viví toda mi vida, aunque con constantes viajes. 
Diana: ¿Quiénes eran tus padres?
Ruthy: Mi padre era el lado izquierdo del cerebro, el intelecto. Vino de Rusia y ya era maestro a los15 años. Era un sionista con muchos ideales, y vino a Israel a los 17 años, en tiempos de la revolución rusa. Tenía el poder de influir la gente, los atraía hacia él. Mi madre vino a Israel desde Marruecos cuando tenía 3 años, en una peregrinación de la familia a Tierra Santa. Ella era la parte derecha del cerebro, el placer de lo artesanal y el fluir. Yo  creo que herede el intelecto de mi padre y la armonía de mi madre (espero que no sea al revés).
Diana: ¿Recuerdas alguna anécdota de tu tierna infancia que te haya acompañado e influido para la creación de Huesos para la Vida? ¿Algún habito que tenias?
Ruthy: Es realmente la mentalidad oriente-occidente. Me encantaba saltar a la soga, hacíamos todo tipo de juegos con ella. Adoraba bailar, a pesar de que nunca estudie baile formalmente. Nunca me rompí un hueso.
Diana: Tienes el eje dentro tuyo…
Ruthy: Estoy pensando que sí. Cuanto más crecía menos erguida estaba, mi espalda se doblaba,  mis hombros se redondeaban. En realidad sigo trabajando en ello hasta hoy, sigue siendo mi proyecto. Sé que mi mejora vino a través de  Bones For Life, Huesos para la Vida. Tengo una confirmación. Me reencontré con un pedagogo que estuvo en mi entrenamiento en Brisbane, Australia, como hace diez años. Le contó a todos, que hacía 10 años me había dado integración funcional y ahora, dijo” Puedo ver ahora que estas mucho mejor que entonces”.Visite  la presentación del entrenamiento de Anat Baniel, cuando estuve en San Francisco. Ella le dijo a la gente:”si quieren saber algo con respecto al método,- hablando respecto al método Feldenkrais-, tan sólo miren a esta mujer”.
Diana: Ruthy, puedo preguntar cuántos años tienes.
Ruthy: 78. Me recuerda cuantos años estoy ya en este método,…como cincuenta. Es como el chiste en que la niña pequeña llega a casa y dice: “¡OH!, abuela probablemente recuerdes a los mamuts…  “
Diana: ¿Tienes hijos?      
Ruthy: Tengo dos hijos y 5 nietos. Y es increíble como olvidamos el tiempo en que los niños estaban totalmente “bajo nuestras alas protectoras”. Como dijo Khalil Gibran:” Vuestros niños son sólo invitados de corta estadía ”. No se pueden imaginar cuán rápido pasa el tiempo con ellos. Una pena que tengo es que llegué a Feldenkrais cuando mis hijos ya eran adolescentes, por lo cual no pude aprender Feldenkrais de ellos.   
Diana: Pero pudiste con tus nietos.     
Ruthy: Sí. Creo que fue en Alexander Yanai (la dirección del estudio donde el Dr. Feldenkrais daba sus clases en Israel), que una vez Feldenkrais dijo a la gente: “Todos están trabajando demasiado fuerte. ¿Qué se están haciendo a ustedes mismos? Tienen que tratarse como lo hacen los buenos padres”. Ser sensibles, considerados, no producirles penas, no los hagan hacer demasiado, no los lastime. Tienen que tratarse a ustedes mismos como desearían que lo hagan unos padres ideales”. Luego agregó: “Sólo implica tener la intuición de una madre que sabe lo que su bebe necesita, antes de que comience a hablar”. Y en el momento en que él lo dijo, pude relacionarlo con y entender la esencia del método. Sabía cómo ser una madre  or lo cual creía que iba a entender el entrenamiento.
Diana: Es extraño, ya que él no tuvo hijos.       
Ruthy: No tuvo hijos pero sabía todo respecto a ellos. (Queda pensativa…)                                                       Sabes, respecto a mis hijos, ninguno hizo Feldenkrais, cada uno está haciendo lo suyo muy bien. Tengo esperanzas con algunos de mis nietos, que quizá lo hagan algún día.  Como la que estuvo hoy aquí, mostró interés en ver la clase. Mi otro nieto, el varón de Inglaterra, me visitó una vez en el entrenamiento de Italia, cuando tenía 15 años y le gustó. Estuvo dos semanas, todo el mundo lo quería y comenzó a aprender a dar integraciones funcionales. Es un surfista en el frío Océano Atlántico. Entra al mar y sale luego de tres horas totalmente azul y feliz. ¡Es una preocupación constante para mí! Si uno tiene hijos nunca queda libre de preocupaciones.
Gretchen: ¿Saben tus nietos cuán famosa eres?
Ruthy: Sí. Mi nieta, la del medio, la que arregló por sí misma ir a Ecuador en un intercambio estudiantil, escribió en el último año de la secundaria, un ensayo:”Las alas de mi abuela”. Yo estaba sorprendida. Somos muy cercanas. Fue una beba prematura, y estuvo en el hospital durante 11 meses. Mi nuera Shoshy pasaba las mañanas en el hospital, mi hijo Gay, iba en las tardes y yo podía entrar a la sala de prematuros sólo después de media noche. Era el único horario permitido. Al comienzo  colocan a los prematuros en el respirador, lo cual es una cosa terrible: tardan mucho en superarlo. Asique pensé que tendría que hacer un poco de Feldenkrais con ella. Tomé su brazo y ella inmediatamente se relajó. Un día pensé que le daría un baño y comenzó a ondularse como un perro, con movimientos rápidos, salpicando el agua alternadamente con brazos y piernas. ¡Maravilloso! Cada vez que iba le daba un baño ya que eso era lo único que le provocaba movimiento. La enfermera me decía: “No necesita hacerlo, su madre y yo ya la lavamos  hoy, el padre también la lavó”. Pero ese era el asunto, darle agua. El agua evoca el movimiento. ¡Es sorprendente!                                                                                                       Sabes, respecto a prematuros, hay ciertas investigaciones: lo que necesitan es movimiento y toque, contacto. Estas son las condiciones en el vientre materno. Todo está siendo tocado, y todo el tiempo hay alrededor, un movimiento impredecible. Lo escribí en mi libro, Mindful Spontaneity, Espontaneidad Conciente. Esto es también lo que hacemos en Feldenkrais: trabajamos el movimiento y tocamos. Estaba muy conectada con ella.
Gretchen: ¿Está ella muy ligada a ti?
Ruthy: Sí, está ligada a mí. Tuvo una vida difícil, digo estuvo 11 meses creciendo en un hospital, en que cada día le pinchaban el talón para sacarle sangre. No tuvo una vida simple. Es una sobreviviente… Si se comienza la vida con esta energía, no se puede tomar nada como obvio. Es muy vulnerable.

Fin de la primera parte.




1 comentario:

Camila dijo...

Es bueno tener técnicas o distintas formas para cuidar el bienestar y ayudarse a uno mismo. Por eso cuando vuelva de los Vuelos a
Buenos Aires
que voy a hacer este mes, espero poder anotarme en los cursos